Medea - Schedule, Program & Tickets
Medea
Michael Boder | Conductor
Marco Arturo Marelli | Dirigido y Luz
Marco Arturo Marelli | Etapa
Dagmar Niefind | Trajes
Marlis Petersen | Medea
Stephanie Houtzeel | Kreusa
Monika Bohinec | Gora
Norbert Ernst | Kreon
Adrian Eröd | Jason
Daichi Fujiki | Heraldo
Inspirada en la obra homónima de Franz Grillparzer de principios del siglo XIX, Medea es la octava ópera de Aribert Reimann y tal vez la más visceral de todas sus composiciones. La historia, sacada de la mitología griega, se centra en las sangrientas consecuencias que acarrea la búsqueda del vellocino de oro por parte de Medea y Jasón cuando éstos buscan refugio en Corinto. Al descubrirse la traición de Medea, esto provoca en la antiheroína de Reimann una reacción extrema, hasta el punto de acabar con sus propios hijos así como con sus enemigos.
En una entrevista concedida tras recibir el Premio de Música Ernst von Siemens en 2011, Aribert Reimann recuerda el día en el que sus padres le llevaron a ver la ópera Mathis der Maler (Matías el pintor) de Paul Hindemith. Siendo un niño de tan sólo doce años, fue incapaz de distinguir entre las escenas de la ópera de los pueblos incendiados durante la revuelta de los campesinos alemanes de 1525, y lo que había visto de niño durante la guerra unos años antes en Berlín.
La música y el drama de Medea están claramente modelados por la forma en la que Reimann experimenta el mundo. Es un compositor que resiente, con todo su ser, la música que se crea dentro de él en el momento en el que pone sus ojos sobre el texto escogido; la literatura, incluso el cuento más antiguo, llega a ser tan real como el paisaje que rodea al artista.
Encargada por la Ópera del Estado de Viena, donde fue estrenada el 28 de febrero de 2010, y elegida como el mejor estreno mundial del año por los críticos de la revista alemana Opernwelt, la tragedia de Medea es brillantemente interpretada por Reimann, con cada nota tocada por la orquesta subrayando sutilmente las líneas vocales de los cantantes; su falta de grandilocuencia hace que su representación de la suerte que espera a sus personajes tenga aún más fuerza.
Ahora, Medea, una obra que confirma el lugar de la ópera como una forma de arte viva y vibrante en el siglo XXI, regresa al escenario que la vio triunfar por vez primera: la Wiener Staatsoper.
Marco Arturo Marelli | Dirigido y Luz
Marco Arturo Marelli | Etapa
Dagmar Niefind | Trajes
Marlis Petersen | Medea
Stephanie Houtzeel | Kreusa
Monika Bohinec | Gora
Norbert Ernst | Kreon
Adrian Eröd | Jason
Daichi Fujiki | Heraldo
Inspirada en la obra homónima de Franz Grillparzer de principios del siglo XIX, Medea es la octava ópera de Aribert Reimann y tal vez la más visceral de todas sus composiciones. La historia, sacada de la mitología griega, se centra en las sangrientas consecuencias que acarrea la búsqueda del vellocino de oro por parte de Medea y Jasón cuando éstos buscan refugio en Corinto. Al descubrirse la traición de Medea, esto provoca en la antiheroína de Reimann una reacción extrema, hasta el punto de acabar con sus propios hijos así como con sus enemigos.
En una entrevista concedida tras recibir el Premio de Música Ernst von Siemens en 2011, Aribert Reimann recuerda el día en el que sus padres le llevaron a ver la ópera Mathis der Maler (Matías el pintor) de Paul Hindemith. Siendo un niño de tan sólo doce años, fue incapaz de distinguir entre las escenas de la ópera de los pueblos incendiados durante la revuelta de los campesinos alemanes de 1525, y lo que había visto de niño durante la guerra unos años antes en Berlín.
La música y el drama de Medea están claramente modelados por la forma en la que Reimann experimenta el mundo. Es un compositor que resiente, con todo su ser, la música que se crea dentro de él en el momento en el que pone sus ojos sobre el texto escogido; la literatura, incluso el cuento más antiguo, llega a ser tan real como el paisaje que rodea al artista.
Encargada por la Ópera del Estado de Viena, donde fue estrenada el 28 de febrero de 2010, y elegida como el mejor estreno mundial del año por los críticos de la revista alemana Opernwelt, la tragedia de Medea es brillantemente interpretada por Reimann, con cada nota tocada por la orquesta subrayando sutilmente las líneas vocales de los cantantes; su falta de grandilocuencia hace que su representación de la suerte que espera a sus personajes tenga aún más fuerza.
Ahora, Medea, una obra que confirma el lugar de la ópera como una forma de arte viva y vibrante en el siglo XXI, regresa al escenario que la vio triunfar por vez primera: la Wiener Staatsoper.
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