La princesa del circo - Schedule, Program & Tickets

¿Qué deberíamos hacer cuando las cosas no van bien? Para algunos, la respuesta es huir y unirse a un circo. Y eso es precisamente lo que ocurre en la maravillosa opereta La princesa del circo de Emmerich (o Imre) Kálmán.

Destrozado porque la mujer que ama va a casarse con su tío, el gran duque ruso Fedja Palinski, el héroe de esta obra, se convierte en artista de circo pasando a ser el misterioso Míster X. Si bien las multitudes se maravillan con las hazañas que éste realiza bajo la gran carpa del Circo Stanislawski de San Petersburgo, él sólo lo hace para esconder su tristeza. Cuando una joven y bella mujer, Fedora, llega para asistir al espectáculo y desprecia los avances de un tal Príncipe Sergius, este último decide vengarse y actúa de casamentero entre ella y Míster X. Sin embargo, el plan con el que pretendía avergonzar a Fedora se vuelve contra él cuando Palinski se da cuenta de que Fedora es la viuda de su tío y él revela su verdadera identidad.

Estrenada el 26 de marzo de 1926 en el Theater an der Wien y regresando ahora a Viena, y más concretamente al escenario de la Ópera Popular de Viena, La princesa del circo fue un inmediato y enorme éxito. Era la época de los últimos momentos de gloria de la opereta y Kálmán fue su gran paladín. La popularidad de La princesa del circo fue tal que, como reportaba una reseña de prensa del momento, tan sólo dos días después de la première no menos de cuarenta empresarios diferentes de Europa habían firmado contratos con Kálmán para transferir la obra a sus teatros.

El público de entonces adoraba la capacidad de Kálmán para combinar el espectáculo con melodías pegadizas. De hecho, La princesa del circo tiene todos los ingredientes de los grandes shows que se convirtieron en uno de los pilares de la Edad de oro de Hollywood. Kálmán tenía el inmenso talento de poder sintetizar sus influencias – las danzas de su Hungría natal, los valses de Viena y el estilo emergente del jazz – en un todo que cautivó a los amantes del teatro musical.

Las obras tan alegres que creó para el escenario, que muestran invariablemente a sus personajes centrales superando los obstáculos que se encuentran en su camino para enamorarse uno del otro, contrastan sin embargo en gran medida con las tragedias que el compositor experimentó en su vida personal: Kálmán perdió a un hermano durante la I Guerra Mundial y a dos de sus hermanas al final de la Segunda; uno de los grandes amores de su vida, Paula Dworczak, su compañera durante casi veinte años, falleció en 1928. Vistas desde esta perspectiva, sus operetas son una verdadera panacea, que celebra el poder de la reconciliación para curar el alma.